sábado, febrero 25, 2006

INFORME TÉCNICO DEL MÁS ALTO NIVEL en URUGUAY.

LOS QUÍMICOS Y LA CELULOSA
Los principales químicos del país se pronunciaron en una carta abierta sobre las plantas de celulosa, afirmando que el método de blanqueo propuesto por los ecologistas puede ser más dañino que el usado por las empresas.


INFORME TÉCNICO DEL MÁS ALTO NIVEL .

Los investigadores del Área Química del Programa de Desarrollo de las Ciencias Básicas (PEDECIBA) se pronunciaron sobre el tema del momento: la presunta contaminación ambiental de las plantas de celulosa.

En su carta, publicada por el semanario Búsqueda, aclaran que no existe ninguna razón científica para asegurar que las plantas de celulosa de Fray Bentos contaminarán el ambiente.

Los científicos comienzan la misiva aclarando que algunas de las derivaciones del conflicto deberán ser estudiadas por especialistas de otras áreas. Es decir, para conocer el impacto en la flora y fauna, fenómenos migratorios o desecamiento de tierras habrá que consultar a otros colegas. Intentan definir luego qué es la contaminación, nombrando decenas de objetos de uso diario y afirmando que la transformación del medio ambiente a cargo de millones de seres humanos trae siempre implícita algún tipo de contaminación, que no puede eliminarse a no ser que se decida volver a una fase histórica anterior a la civilización.

En cuanto a la fabricación de celulosa, la polémica surge en torno al blanqueo del papel, ya que es un proceso que requiere el uso de sustancias químicas, que pueden tener un efecto contaminante. Hoy en día, hay dos procesos modernos para efectuar estas operaciones: ECF (Libre de Cloro Elemental) y TCF (Totalmente Libre de Cloro), que sustituyen al tratamiento antiguo con Cloro Libre, mucho más perjudicial, y que aún se mantiene en el 20 % de las fábricas de celulosa del mundo, incluyendo dos que se encuentran sobre el río Paraná, en Argentina.

El proceso totalmente libre de cloro, TCF, que es el que piden varios ambientalistas junto a Greenpeace, sustituye este elemento por el peróxido de hidrógeno, lo que produce un tipo de papel que se recicla menos veces que con el sistema ECF (usado por Botnia y Ence) y sin obtener papel blanco.
Según los químicos, este proceso TCF , termina siendo igual de contaminante que el ECF, debido a que requiere consumir más árboles para cubrir la misma demanda de papel. El método TCF, por su parte, produce un 12 % más de gases de efecto invernadero que el ECF, requiere un 10 % más de combustible fósil y un 11 % más de madera para producir los mismos volúmenes de papel.

Sobre los dos sistemas hay diferentes ideas en el mundo actualmente, aunque todos están de acuerdos en que la presión de los ecologistas logró que se descartara en casi todas partes un proceso antiguo que contaminaba y que intenta ser erradicado en forma merecida (técnica de blanqueo con Cloro libre). Si bien la metodología preferida por Greenpeace es la totalmente libre de cloro (TCF), en la que se opera en un ciclo cerrado y los efluentes no se vierten en el medio, la teoría más aceptada propone el método ECF sumado al control de los efluentes sólidos, líquidos y gaseosos. Esta última opción es la que afirman tomar Botnia y Ence, aunque los químicos recuerdan que deben controlarse las operaciones.

Los dos sistemas, continúa la carta de los Químicos investigadores del PEDECIBA, no producen dioxinas contaminantes a nivel de detección, por lo que no representan más riesgo cancerogénico que la quema de leña o madera de monte. Con el tratamiento de los efluentes, incluso en las condiciones más desfavorables y siendo los mismos diluidos en el río Uruguay, no habría amenaza para la salud.

La tecnología a usarse en Uruguay es la misma que la de la planta recientemente aprobada en Australia y una instalada en este año en Alemania. No es cierto que la misma haya sido rechazada por la Unión Europea, ni que el tratamiento ECF sea dejado de lado en el 2007, ya que el único que se prohibirá será el de Cloro libre elemental (es decir, el que usan las plantas argentinas).
Tampoco es cierto que se arrojarán al río Uruguay desechos clorados, o nitrógeno y fósforo, ya que serán tratados biológicamente en barros activados.

Por último, invitan a los lectores a comprobar estos hechos tanto en el sitio web de la DINAMA, como en el de Botnia y el de la asociación ecologista Friends of the Earth.
Afirman, asimismo, que no hay razón para pensar que las plantas contaminarán, si se realiza el control de los efluentes tal cual se prometió.
Montevideo Portal.

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