martes, diciembre 26, 2006

EL INSENSATO CONFLICTO CON URUGUAY.

my pet!


EL INSENSATO CONFLICTO CON URUGUAY .

Diplomacia de megáfono.

por Rodolfo Terragno


En el caso Botnia, se imponía una negociación reservada a nivel presidencial. Kirchner y Tabaré debían concederse, entre sí, lo mínimo necesario para que el conflicto se disipara y cada país resultara ganancioso. Kirchner prefirió cortar el diálogo y echar nafta al fuego con palabras altisonantes; Vazquez hizo un gesto desproporcionado.


Tiene varios nombres. Hoy suele llamársela “diplomacia mediática”. El rótulo tradicional era “diplomacia de megáfono”.
Los franceses hablan de la “diplomatie tapageuse”; es decir, escandalosa.

Cualquiera sea la expresión elegida, implica un contrasentido.
No es que la diplomacia signifique –como sugiere la acepción vulgar- hipocresía o disimulo.Puede ser muy franca, pero debe atenerse al origen de la palabra latina: diploma = documento oficial.


En caso de conflicto, las partes deben, en lo posible, guardar silencio mientras no puedan documentar alguna coincidencia.


Los discursos de barricada, las respuestas a boca de jarro y los actos teatrales son incompatibles con la verdadera diplomacia.


Entre otras cosas, hacen difícil (o imposibles) las concesiones.

Al inicio de una genuina negociación, las partes proclaman sus posiciones “de máxima”. A continuación, procede el “tira y afloja”.
La negociación es exitosa cuando, tras consentimientos recíprocos, cada parte logra lo principal, sacrificando lo accesorio.

Si se opta por la diplomacia de megáfono, se enardece al público y, al final, el sacrificio de lo accesorio es percibido como una rendición.

Reducido a “todo o nada”, un conflicto se vuelve inmanejable, y perjudica a ambas partes; aun a la que parece conseguir “todo”.

El costo del empecinamiento puede sobrepasar el precio de las indulgencias que no se otorgaron.

En el caso de las mal llamadas “papeleras”, el canciller Jorge Taiana delineó, meses atrás, la estrategia original de la Cancillería. Lo hizo, ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado:

A + No había que oponerse a las “papeleras” sino a la contaminación.
Enunciada así, la posición argentina era inatacable.

B + Se procuraría que Uruguay reubicara, al menos, una de las plantas, a fin de reducir el “impacto acumulativo”.
Aquel objetivo ya se alcanzó. El proyecto Celulosa de M’Bopicuá (CMB), a cargo del Grupo Empresarial ENCE (España) no se realizará en Fray Bentos, por la presión ejercida por Argentina ante el gobierno Español.
Queda sólo el proyecto Orion, llevado adelante por Oy Metsä-Botnia Ab, de Finlandia.

C + Se auspiciaría un plan binacional de protección ambiental, para reasegurar que el proceso industrial no afectara el ecosistema.

Uruguay, en principio. aceptaría esto.

@ + Sin embargo, el Presidente Kirchner hizo suyo el slogan “No a las papeleras”.

Ni Greenpeace se atreve a tanto.

Como parte de una campaña mundial, iniciada en 1995, la organización ecologista quiere que la pasta celulosa se trate mediante el exótico proceso TLC (Totalmente Libre de Cloro); pero no se opone a la industria. En el caso de Fray Bentos, su cuestionamiento se centra en empleo del LCE (Libre de Cloro Elemental): el proceso más utilizado en todo el mundo, pero que exige un completo tratamiento de los efluentes para que la contaminación sea cero.

Enfundado en la bandera del ambientalismo extremo, el gobierno argentino rehusó la negociación con Uruguay.

Prefirió ir a la Corte Internacional de Justicia y pedir lo imposible: que se mandara a parar la construcción de las “papeleras”.

Si se excluyen los dos votos “cantados” (pertenecientes a los jueces ad hoc que propusieron, respectivamente, la Argentina y Uruguay), caímos por 13 a 0.

En un intento de justificar la derrota, el gobierno la atribuyó a los intereses de los países centrales, que estarían empeñados en librarse de industrias contaminantes.

El fallo fue firmado por jueces del primer mundo (Estados Unidos, Gran Bretaña, Japón, Alemania, Francia), de potencias en reconstrucción (Rusia), de la periferia (Jordania, Madagascar, Sierra Leona, Marruecos) y, también, de América Latina: México y Venezuela.

Todos coincidieron: la medida cautelar reclamada por la Argentina era improcedente.

Con esa catástrofe judicial bastaba.
Ningún funcionario sensato podía, después de tal resultado, aconsejar otra acción internacional.
Sólo quedaba la negociación directa con Uruguay.

Sin embargo, triunfó la imprudencia.

El gobierno decidió llevar su protesta al Banco Mundial,
imaginando que el organismo le negaría financiación al proyecto Orion.

Era una fantasía: el Directorio del Banco Mundial no descalificaría la técnica que Estados Unidos y Europa aplican en sus propios territorios. De los 23 directores –que representan a los cinco continentes- sólo uno votó a favor de la Argentina: fue el argentino Alberto Camarasa.

Hoy, como ayer, hace falta el tête à tête presidencial.

Uruguay ha ganado, en La Haya y Washington; pero aún debe ganar, definitivamente, en Fray Bentos. La continuidad del conflicto afectaría la operación de la planta de Botnia ? y, en general, perjudicaría a la economía uruguaya ?. Entre otras cosas, una pugna con la Argentina –-que incluye medidas de acción directa, como el corte de pasos internacionales—provoca inseguridad jurídica, sobre todo aquí.
Uruguay tambien necesita normalizar las relaciones binacionales.

La Argentina, por su parte, debe salir de la trampa en la cual se introdujo.
Por ahora, el gobierno -luego de apabullantes derrotas en los foros internacionales que escogió- aparece tolerando el corte de puentes fronterizos: un bloqueo comercial a Uruguay que pone a la Argentina en clara violación del derecho internacional.

Hace falta, por lo tanto, el “teléfono rojo” entre Buenos Aires y Montevideo y el "teléfono de Oro 18 k" entre Kirchner y los piqueteros de Gualeguaychú.

Las señales, no obstante, son poco alentadoras.

Al conocer la decisión del Banco Mundial, Kirchner tomó el megáfono y gritó que la de derrota argentina era atribuible a la “capacidad de presión" de Botnia.
El Presidente se quejó de quienes hemos criticado la estrategia (o falta de estrategia) exhibida por su gobierno: “Es lamentable que se siga diciendo que la postura argentina fue equivocada. Han vuelto a ganar los intereses de Botnia y del Banco Mundial”, clamó. “Ganaron los intereses internacionales".

Según el Jefe de Estado, esos intereses “ya han elegido a esta región como basurero de ciertas industrias”. Por eso, oponerse a las “papeleras” sería abrazar una “causa nacional”.

A veces, la verba presidencial es incomprensible. Si Botnia y el Banco Mundial tuvieran los mismos intereses –los de un capitalismo salvaje, resuelto a exportar las industrias venenosas al tercer mundo- pedirle ayuda al Banco habría sido un despropósito.

El enojo y la grandilocuencia, ¿no serían recursos para disimular el bochorno?
En su fuero íntimo, ¿no estaría el Presidente programando una estrategia distinta?
No parece.
Además de lanzarse contra el Banco Mundial, también atacó al “intransigente” Tabaré Vázquez.
El Presidente uruguayo no se quedó atrás. Apenas oyó las amenazas enunciadas por los "pseudos ambientalistas" de Gualeguaychú y declaracciones del esposo de la Picolotti en Nueva York (sobre la aparición de terroristas suicidas en la pacífica población de Gualeguaychú) reforzó las guardias policiales de Botnia, pero recurriendo al personal militar del Regimiento ubicado en Fray Bentos.

El diálogo entre presidentes ya no podía postergarse más. Había que detener la escalada.
Pero no.

Kirchner eligió un acto político
, en San Andrés de Giles, para criticar a Vázquez.
Con voz acongojada, dijo que la noticia sobre el envío de tropas a Fray Bentos le había “golpeado el corazón”. Subrayó que los argentinos “no nos merecíamos esta afrenta”. Suplicó: “Por Dios, no hay que perder la razón”. Pidió que no se utilizara el conflicto para obtener “réditos internos”. Exhortó a olvidar las “xenofobias del pasado”.

Vázquez podría haber pronunciado un discurso equivalente en Uruguay. Pero no lo hizo.

Lo inexplicable es que ambos presidentes no se digan estas cosas entre sí, en privado. Sin pelos en la lengua, pero con el afán de llegar a un acuerdo.

Un símbolo del fracaso diplomático (y político) de ambos mandatarios, es la mediación de Juan Carlos de Borbón.

Si bien hace tiempo que se dice que si Kirchner no cambia su actitud, va a llevar a la Argentina a un desenlace como el de Las Malvinas, Juan Antonio Yáñez no tiene que aproximar a Margaret Thatcher y Leopoldo Fortunato Galtieri.

Debe vincular a dos presidentes que hablan el mismo idioma, piensan parecido y no tienen diferencias insalvables.

La ventaja de Yáñez es que no habla ante cualquier micrófono y no procura ganar la primera plana del día siguiente.

por Rodolfo Terragno.


Y ahora qué ?


El Dr. Tabaré Vazquez ya retiró el personal militar que custodiaba la obra de Botnia, hace una semana.

Dentro de la demanda judicial iniciada por la Argentina en la Suprema Corte en La Haya, Uruguay reclamó el cese del bloqueo a los puentes internacionales por parte de Argentina y se espera el fallo.

El puente que une Fray Bentos con la argentina de Gualeguaychú está cortado desde hace más de tres semanas, como ya lo estuvo intermitentemente durante todo el año pasado, por grupos de vecinos de esta última ciudad para protestar contra la instalación de la planta de Botnia.

Uruguay asegura que con los cortes de rutas se trata de forzar el abandono de un proyecto adjudicado, ''con todas las garantías de protección del entorno'', a la empresa finlandesa Botnia, que se encuentra en más de sus tres cuartas partes avanzada y que, de acuerdo a lo informado, podría estar en funcionamiento a mediados del año próximo.



El Tribunal Arbitral del bloque regional de Mercosur ya juzgó el tema de los cortes de carreteras y falló que éstos eran ilegales y violaban el derecho a la libre circulación de bienes y servicios en la región.

El problema central es que el fogoso presidente Argentino ve como el Tribunal Internacional de La Haya, en una resolución que puede ser meteórica ya que el fallo podría estar a mediados de enero, puede poner a su gobierno entre la espada y la pared.

Un desconocimiento flagrante de una medida cautelar de los jueces internacionales implicaría según la opinión de observadores - un muy mál precedente para la marcha del juicio que entiende en el problema de fondo cuya sustentación lleva para largo.

Parecería, que para Kirchner, es fundamental triunfar en su pulseada con Vázquez y, mantener a Uruguay sometido, en un lugar menor, como simple productor de algunas materias primas sin elaborar, y seguir asignandole el papel de socio menor dentro del acuerdo aduanero regional (Mercosur).

Claro, en esa política es coincidente con Brasil, con un Lula, irresoluto y chato en su acción política, que en broma o en serio parece deslizarse hacia una simple socialdemocracia.

Lula y Kirchner un solo corazón, indudablemente.


Los sucesivos desaires del mandatario brasileño a Uruguay tienen como única explicación, especialmente cuando su país detenta la presidencia pro-tempore del Mercosur que determina obligaciones especiales que debiera cumplir, esa coincidencia ideológica sobre el país de los distintos integrantes del Mercosur.

Muestra que coincide con la postura contradictoria del presidente argentino
que le molesta vivamente que Uruguay, menor en extensión a la provincia de Buenos Aires, tenga un desarrollo propio, mejorías constantes en la balanza comercial, un flujo interesante y creciente de inversión extranjera y que empresas del porte de la finlandesa Botnia y la española Ence (más tantas otras de las que ya se sabe) se instalen de este lado del río.

Uruguay es un país distinto, con una población pequeña de acuerdo a su dimensión y el papel tradicional asignado por los países grandes para Uruguay y Paraguay dentro del Mercosur, es el de simple productores de algunos productos primarios, nunca de creciente industrialización y desarrollo.

El funcionamiento de las plantas elaboradoras de celulosa, implicará otro empuje al desarrollo. Ya más de 30 empresas se han presentado al llamado a licitación para el arreglo de las vías de AFE, no renovadas desde hace años, y ello porque las pasteras, requerirán del transporte de sus insumos, la madera, desde los distintos lugares del país, a través de un medio masivo y barato, como es el ferrocarril.


El gobierno uruguayo manifiesta públicamente su propósito de aceptar todo diálogo con Argentina y con el gestor del rey de España. Pero todo el pueblo uruguayo le exige que no se negocie bajo coacción ni medidas de fuerza argentinas: no se negocia con puentes bloqueados.


Al fin un buen signo desde Argentina: el presidente Kirchner dió órden a las Fuerzas Armadas (Prefectura Naval) de que se tomen todas las medidas pertinentes a efectos de evitar cualquier acto que atente al libre tránsito de embarcaciones desde el puerto de Buenos Aires hacia Uruguay o a obstaculizar su operatividad.
Esto es un "stop" a los grupos piqueteros que anunciaron su propósito (su despropósito) de crear acciones al respecto, en Puerto Madero (Bs. Aires) donde tiene su terminal Buquebús.

Al presidente K es necesario echarle un salvavidas para que salga con su imagen a salvo entre los suyos.

Pero cuidado no irse al extremo del ridículo.

No puede perderse el rigor científico y pedirse cosas tan absurdas como un cenicero de moto: un canal de desagüe de más de 20 quilómetros para que las aguas no pasen frente a Gualeguaychú.

SI GUALEGUAYCHÚ NO ESTÁ SOBRE EL RIO URUGUAY, NI TAMPOCO LO ESTÁ LA ESTANCIA DE ÑANDUBAYSAL !

La playa de la estancia de Ñandubaysal está dentro de una de las dos lagunas de ribera (la que está abierta) junto al Río Uruguay.

LAS CORRIENTES PRINCIPALES DEL RÍO URUGUAY NO PENETRAN NUNCA DENTRO DE ESAS LAGUNAS DE RIBERA !

Y SI CIENTÍFICAMENTE SE ANUNCIA QUE LAS AGUAS VERTIDAS POR LA PLANTA DE BOTNIA, NO VAN A SER CONTAMINANTES. Y SE VA A PODER ANALIZAR Y CERTIFICAR CONSTANTEMENTE CUANDO LA PLANTA FUNCIONE,

¿ Se quiere escribir una página histórica para el ABSURDO, digna de Rypley ?

Risa y mofa de generaciones futuras?

Se sigue insistiendo en una medida simbólica que ya rechazó rotundamente la Corte de Justicia de La Haya: suspender momentáneamente las obras de Botnia (en este momento ya de montajes electro-mecánicos) , ¿es el precio del orgullo de Kirchner? Ya logró sacar del medio a ENCE.

¿Qué otro precio pretende cobrarse Kirchner por sus errores y caprichos?

Pero qué distinta es la situación de Tabaré Vazquez de la de Kirchner !


Llega a 58% el índice de popularidad de Tabaré en todo el Uruguay, inclusive dentro de la oposición !

Más de los 2/3 de la población uruguaya aprueba y respalda su actitud en el conflicto con Argentina !

Tabaré descansa en el total apoyo del pueblo uruguayo!



con aportes de Carlos Santiago (Periodista)


lunes, diciembre 18, 2006

EL PROBLEMA A VUELO DE PAJARO.






con lente de 80 mm.


con lente teleobjetivo de 300 mm.



El problema a vuelo de pájaro.

por Eduardo Ferreyra *

Dicen que una imagen vale por mil palabras, y hay mucho de cierto.

Mirando las cosas desde un satélite se ven cosas que la gente ignora y que hace que los reclamos de la Asamblea resulten exageraciones inaceptables.

Una vez que el asunto técnico de la contaminación de efluentes de la planta de celulosa de Botnia va camino a desaparecer, ya no se insiste en la contaminación sino que se apunta a “soberanía” y a “contaminación visual” que causará la chimenea de 110 metros.


Esta supuesta contaminación visual es la que vamos a analizar ahora gracias al excelente programa Google Earth que nos muestra la manera en que las cosas se ven desde la visión de un cóndor volando sobre el río Uruguay.

El argumento es que el turista que le gusta bañarse en las costas entrerrianas del río Uruguay –especialmente el famoso Balneario Ñandubaysal- huirá despavorido por la vista de la chimenea de Botnia.

Ya hemos publicado una foto tomada en la playa de Ñandubaysal, mostrando la manera en que la chimenea se ve a través de un teleobjetivo de 300 milímetros. También se publicó la foto obtenida con un tele de 80 milímetros, donde la chimenea es un palito en el horizonte, a la derecha de la foto.

Si la foto se hubiese obtenido con una lente “normal” de 50 mm, hubiese resultado difícil poder ver la costa uruguaya, no ya la chimenea.
Porque la gente no tiene visión telescópica de 300 mm ni de 80 mm. sino que su visión corresponde a lo que muestra una lente de 50 mm.

Nótese en ambas fotos que desde la playa de Ñandubaysal, la costa uruguaya no se ve directamente, sino por detrás de una lengua de tierra con vegetación baja (que es territorio argentino) y que es el borde de la LAGUNA DE RIBERA en que se encuentra dicha playa. Ni Botnia ni Fray Bentos se pueden ver directamente.

En la foto aérea se aprecia claramente que existen dos lagunas de ribera, unidas entre sí y una de ellas (la mayor) francamente abierta hacia el Río Uruguay.

Tambien las contaminadas aguas del Río Gualeguaychú, desembocan dentro de esa laguna.

Las corrientes principales del Río Uruguay NO ENTRAN NUNCA A ESAS DOS LAGUNAS DE RIBERA.

Al Sr. Sanchez Álzaga, propietario de la estancia donde está la playa Ñandubaysal - a la cual permite el acceso en determinado horario - le alcanzaría con crear un monte forestal en esa faja entre la laguna y el río Uruguay, para TAPAR TOTALMENTE LA VISTA DE LA PLANTA DE BOTNIA , la vista de Fray Bentos inclusive, la Planta del Anglo que tiene la otra gran chimenea centenaria y hasta la del Puente Internacional si le interesase.

La foto satelital será de mucha utilidad para apreciar la relación que hay en las distancias entre las distintas partes involucradas, Fray bentos, la planta, el puente, la ruta que cortan los piqueteros, la ciudad de Gualeguaychú, el río del mismo nombre y los balnearios Ñandubaysal, en la costa entrerriana y el balneario Las Cañas, al sur de Fray Bentos.

La distancia entre el balneario Ñandubaysal y la chimenea de Botnia, es de 13,5 kilómetros. La visión normal del horizonte es de 16 kilómetros.

Las construcciones elevadas no son, por sí mismas, motivo de la huida en desbandada del turismo. Si así fuese no habría turismo en París, espantados por su famosa torre; o en las ciudades famosas por sus elevadas antenas y edificios, como la descomunal antena de Seattle, USA; la de Montreal, Canadá; el altísimo arco de Saint Louis, USA; o la hermosa antena con restaurant giratorio de Stuttgart, Alemania; o las Torres Petronas, en Malasia, o el edificio Sears en Chicago, las playas de Cabo Cañaveral donde concurren los turistas a apreciar las espectaculares torres(chimeneas) de lanzamiento de los enormes cohetes espaciales y varios miles más de ejemplos que son verdaderos atractivos turísticos.

No tengo dudas de que, una vez terminada la planta de Botnia, su famosa chimenea se convertirá en un real atractivo turístico, que atraerá gente que querrá ver con sus propios ojos el motivo que ha causado la locura que embarga a los pobladores de Gualeguaychú.

La locura que aqueja a Gualeguaychú, reflejada en declaraciones de los dirigentes de la asamblea que hay ex miembros de las fuerzas armadas (carapintadas) que se han ofrecido como voluntarios para tirarle un par de misiles a Botnia, se ha trasladado a las protestas que se hicieron ante el Banco Mundial en Washington, en donde el marido de la Dra. Picolotti, el Sr. Daniel Taillant –además de declarar que una abuelita se había ofrecido de kamikaze para inmolarse en Botnia con una bomba– organizó protestas con carteles como el de la foto de abajo, donde se expresa otra locura:

FINLANDIA-ESPAÑA No sean los Hitler del Siglo 21. Sus fábricas son las modernas cámaras de gases que matarán a la gente de ambos países, la flora y la fauna. ¡VÁYANSE!

Huelgan los comentarios.
También viene a cuento el estado de polución que sufre el Río Gualeguaychú, que de acuerdo a la foto satelital no parece ser portador de aguas prístinas ni cristalinas ya que viene cargado de los efluentes de diferentes fábricas instaladas en el polo industrial de esa ciudad, cuya contaminación se aprecia por el color verdoso de su desmbocadura.

Ya ha mencionado el Dr. Féliz, en su artículo “Réquiem para una asamblea,” los problemas crónicos de contaminación de los acuíferos de la zona por la planta de Jugos BAGGIO, que ha motivado quejas de los pobladores afectados, y la creación de expedientes que duermen el sueño de los justos y olvidados en algún cajón de la burocracia estatal.

Sin embargo, en una perfecta muestra de su incoherencia irracional, la famosa Asamblea Ciudadana Ambiental (?) no hizo nada por los suyos, pero se encarga de intentar arruinar a sus vecinos.

También tenemos que preguntarnos si los turistas de Ñandubaysal están al tanto de esa peligrosa polución... o si el dueño del balneario les han avisado que no conviene bañarse en esas aguas. Son esas cosas del "negocio turístico", que parecen impulsar conflictos y posibles guerras con países amigos...

Y por último, se nos hace sospechosa la súbita vocación ecologista del gobierno nacional que declara de rango constitucional el derecho a cortar rutas y puentes (el derecho a la expresión de los pueblos), en regiones en que no hay una excesiva contaminación ambiental, cuando en su propio “patio trasero” tiene una muestra de lo que en realidad debería preocuparle con carácter urgente. Pero de las incoherencias, incongruencias y torpezas de los encargados de administrar la riqueza nacional ya hemos hablado mucho y largo en estas páginas.

Vea usted el aspecto de tinta china del riachuelo al pasar por el sur de la Capital Federal de nuestra querida y vapuleada (por los políticos) República Argentina:
Un río de tinta china... plomo, cadmio, y vaya a saber qué más!
Como corolario, la flamante secretaria de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable, la Dra. Romina Picolotti, nombrada a los apurones en su cargo gracias a su actuación impulsora del conflicto con Uruguay, con un asesoramiento cuya efectividad llevó a la debacle del Tribunal de La Haya, al del fiasco del Tribunal del Mercosur, y después de la solicitud al Banco Mundial de negarle el préstamo a Botnia, la concesión inmediata del mismo, más una cifra mayor como seguro por imprevistos, ha sido separada de la delegación que acudirá a La Haya cuando deba la Argentina defender su acusación a Uruguay de no haberle consultado por las pasteras. La primera decisión sensata del gobierno.

Nos preguntamos ¿qué harán cuando el tribunal de La Haya les muestre a nuestros representantes el acuerdo firmado con Uruguay, en marzo 2004, por el Canciller Bielsa, y el informe del presidente argentino al Senado de la Nación en diciembre del mismo años, refiriéndose al ventajoso acuerdo firmado con el estado uruguayo sobre las plantas de celulosa?

Dicen, además, que el gobierno argentino lleva un “tapado” a La Haya, un informe “secreto” del Dr. Rabinovich, de la Universidad de La Plata, sobre la contaminación de las papeleras. Nos imaginamos que el informe será sobre los efectos de las antiguas plantas de celulosa de hace 40 o 50 años, mucho antes de que se adoptaran las nuevas tecnologías que son hoy la norma obligada en la Unión Europea –y las mismas que se usarán en Fray Bentos. Ese tipo de información, tanto de la obsoleta tecnología que se sigue usando hoy en Argentina (en Entre Ríos también, y la Asamblea mutis…), como de las actuales libres de cloro elemental la tiene el Tribunal desde hace mucho tiempo.

Porque es imposible que el Dr. Rabinovich haya hecho un estudio de los efluentes contaminantes de una planta que todavía no ha comenzado a funcionar.
Seguimos preguntándonos si quien asesora al gobierno argentino sigue siendo el Angelito de la Guardia de los Kennedy.


(*) Eduardo Ferreyra -
Presidente de la Fundación Argentina de Ecología Científica


sábado, diciembre 16, 2006

ALBERTO FERNANDEZ / JUAN LUIS ARREGUI .

Análisis de una conferencia de prensa

por Raúl Seoane *

La conferencia de prensa realizada el martes pasado por el presidente de ENCE, Juan Luis Arregui, conjuntamente con el jefe de gabinete argentino, Alberto Fernández, no sólo es un avance en la búsqueda de una solución al conflicto generado y armado artificialmente por el gobierno argentino, sino que puede ser la “piedra fundamental” de la solución definitiva.


Mientras muchos uruguayos reniegan por la falta de información por parte de su gobierno, y de la no información de ENCE al gobierno uruguayo de su decisión de trasladar a Punta Pereyra su planta, el análisis de lo sucedido tiene otra lectura totalmente diferente.

Es imposible que una empresa como ENCE, que se encuentra dentro de un conflicto armado por la “envidia” y la excesiva ambición de “retornos” de un gobierno que se quedó sin las inversiones papeleras, haya “salteado” las leyes y autoridades uruguayas comprando tierras por valor de millones de dólares en el departamento de Colonia, y acepte una pérdida millonaria, también en dólares, con los emprendimientos ya realizados en Fray Bentos.

También es totalmente imposible que el gobierno de nuestro país no supiera de todos estos movimientos y de la visita de Juan Luis Arregui a la Argentina para negociar con el gobierno de ese país. Si esto fuera así, lo mejor que podría hacer Tabaré Vázquez es juntar las pertenencias personales que tiene en la Casa de Gobierno y llamar a elecciones anticipadas.
¿Y la oposición? ¿Es lógico pensar que la oposición también esté engañada y no haya sabido absolutamente nada de esta jugada de ENCE? Creo que escapa a todo razonamiento coherente.

No hay que descartar de que todo sea una estrategia española, con el visto bueno del gobierno uruguayo, para permitirle una salida decorosa al gobierno argentino de un conflicto que él mismo generó.


Ya lo hemos sugerido antes: el presidente argentino necesita algún gesto o alguna acción que le permita salir decorosamente del embrollo autogenerado por su propia prepotencia e intemperancia.

Hay varios hechos que reafirman esta posición.

La primera es que los españoles tienen inversiones en Argentina y que están muy complicadas por el congelamiento de tarifas decretado por Kichenette, y esto fue negociado, tal como lo adelantáramos en artículos anteriores, durante la última visita del presidente argentino a España, y no hay que descartar el que ENCE haya estado en la mesa de intercambio.

La segunda pista es que la última visita de Yáñez Barnuevo a Montevideo duró cuarenta y cinco minutos y en Buenos Aires seis horas. ¿No es extraño que en su segunda visita a Montevideo el facilitador tuviera una reunión tan corta con Vázquez y enormemente larga con el gobierno argentino?
Nadie analizó esto, aunque la conclusión es muy fácil: Uruguay sabe lo que quiere y tiene los ases en la manga, tres fallos internacionales a favor y dos más posiblemente también a favor, mientras que Argentina no sabe como salir del entuerto y busca desesperadamente una salida.
Esa es la simple razón de las seis horas: buscar una salida decorosa. Y esto ya lo mencionábamos en un artículo anterior.
La sensación que percibo es que todo está armado de antemano y, tal cual viene sucediendo desde que comenzó la facilitación, en el más absoluto de los secretos.
¿El objetivo? Vuelvo a repetir: permitirle una honrosa salida al gobierno argentino.

Si la posición argentina es derrotada ignominiosamente a nivel internacional, la reacción interna, tanto de los piqueteros terroristas como del pueblo en su conjunto, tendría reacciones tan inimaginables que podrían desestabilizar todo el sistema.

No nos olvidemos que, al igual que en la guerra de Malvinas, el pueblo argentino está engañado y muchos consideran que su gobierno tiene la razón.
Si a esto le agregamos el consabido exitismo de la prensa porteña podemos tener un cóctel muy peligroso, aunque muchas voces ya se están levantando con la inevitable sensación de la derrota.

¿Será ésta la estrategia pergeñada para permitirle una salida honrosa al gobierno argentino?
Es posible, pero ¿La aceptará el gallotero?, nadie puede predecirlo conociendo sus antecedentes patoteriles, pero es indudable que la estrategia española/uruguaya puede dar resultados, porque le permite al presidente argentino recomponer su alicaída imagen y dar a entender, para consumo interno, que la solución al conflicto llega desde su gobierno.

De lo que sí estamos seguros es de que no nos dicen toda la verdad y de que conocemos mucho menos de lo que creemos de esta negociación y de este conflicto, porque el gobierno uruguayo está totalmente cerrado a la información, y el presidente Vázquez sale a desmentir todo lo que pueda ser tomado como una realidad.

Espero tener razón y que esto sea la punta del iceberg de una solución definitiva.

lunes, diciembre 04, 2006

REQUIEM PARA UNA ASAMBLEA.




Requiem para una asamblea .

por el Dr. Mario R.Féliz (*)

Mentira y poder.

“La razón de este gran celo por ver la llanura de la Verdad es que el pasto adecuado para la mejor parte del alma es precisamente el de aquella pradera, y la naturaleza de las alas por las cuales el alma adquiere su ligereza se nutre precisamente de él.” Thomas Cahill [1].

Ha pasado casi un año desde que, el conflicto por las plantas de celulosa, sacudiera el país. Entonces, no pude resistir involucrarme principalmente por la evidente ignorancia que, sin inhibiciones, exhibían aquellos que hablaban sobre el tema a través de los medios de difusión.
Desde el lugar de viejo profesor de química, siempre interesado en los “problemas del país”, pensé que era mi obligación contribuir a la ilustración popular. ¡Para ello debía estudiar! Sabía un poco de química pero, jamás había prestado atención a la industria de la celulosa.
Después de investigar el asunto durante un buen tiempo, con exclusiva dedicación, imaginé que podía decir algo y redacté “Soldados de cartón” [2]. Desde entonces, con mínimos altibajos, mantuve mi interés en el tema aprendiendo y escribiendo.
Hoy, sintiéndome todavía un intruso, después de leer y escuchar -a científicos y técnicos dedicados profesionalmente a la industria celulósica- después de observar y reflexionar creo hallarme en condiciones de alardear por la posesión de una base suficientemente sólida como para analizar el problema en la integridad de su trama compleja.
Aún estoy convencido de que el sustento del conflicto es la ignorancia de los más. No obstante, ya no albergo dudas de que las causas de su nacimiento y persistencia se encuentran en el interés y la hipocresía de los menos, de aquellos que, al decir de Quevedo, “vuelven la cara hacia otro lado para dejar pasar la verdad”.
Verdad que, algunos la sacrifican ceremonialmente auto-convencidos de que la ofrenda cotidiana, es inevitable para asegurar que cada noche muera al amanecer [3]. Otros, simplemente, la abortan terapéuticamente porque edifican poder o defienden intereses desde el hábito lúgubre de la mentira.


La verdad es que la planta de celulosa, que pronto estará construida sobre la ribera oriental del río Uruguay, no afectará la calidad de las aguas del río como no lo hacen similares instalaciones modernas en ninguno de los países que militan entre los grandes productores de celulosa (USA, Canadá, Suecia, Finlandia, Brasil, Chile, etc.) [4].

La verdad es que, en la actualidad, esta industria se ajusta a las más estrictas normas y que las únicas referencias negativas agitadas por estas latitudes- agigantadas hasta la dimensión de fábula- eran falsas (Valdivia) o resabios de épocas pasadas (Pontevedra).
La verdad es que tampoco habrá “contaminación visual” sobre el balneario de Sánchez Álzaga, debido a que la distancia que lo separa de la fábrica es de 13,1 km !!
Y, con tal separación, parte de la temida chimenea de (115 m) será absorbida por la curvatura terrestre y la imagen de los edificios, ubicados a 131 cuadras, apenas se observará desde la playa .

Pero la mentira no sólo ha sido el lenguaje de los “asambleístas” y de los políticos locales y nacionales. La mayor parte de la prensa oral, televisiva y escrita ha sido cómplice.
Evidencia reciente, de ese comportamiento, lo constituye la fotografía engañosa, publicada por La Nación el lunes 16 de octubre y el martes 17 de noviembre de 2006. Las fotografías fueron atribuidas a Rodrigo Néspolo, fotógrafo habitual del matutino, quién usó un teleobjetivo de 300 mm. para la primera.

VER FOTOS ADJUNTAS :

La fotografía a la derecha, tomada con un teleobjetivo de 80 mm, presentada por el gobierno argentino ante La Haya [5], muestra una imagen más real de la visión desde Ñandubaysal. Desde luego, a ojo desnudo, la otra orilla se confunde con el horizonte y no molesta ninguna visual.

A pesar de que hay quienes todavía repiten frases hechas de falsedades, los “asambleistas” (y los funcionarios) bien saben como son las cosas. Por ello repiten: “No queremos monitorear, no queremos las plantas”. Naturalmente, el control pondría en evidencia la falsedad de todo el asunto. Mostraría la contaminación actual de los ríos y permitiría verificar en forma fehaciente futuras contaminaciones.

¡Por ello, al asambleísta Ing. Héctor Rubio, quien se animara a viajar y ver las plantas finlandesas, lo ejecutaron, lo borraron del mapa, lo condenaron al exilio!


¡En el pueblo el disidente no se atreve a opinar libremente! Se practica el hostigamiento y se promueve el miedo. Y cuando alguien se anima a hacerlo ...



Foto Tres
La fotografía muestra el “escrache” de que fuera objeto la casa familiar de Rubio. Es inevitable recordar a los “camisas pardas” nazis pintando la estrella de David en las casas de los Judíos, ¿habrá que esperar una Kristallnacht a orillas del río de los pájaros?


Todos los medios de prensa locales trabajan en función de esta locura. El diario El Argentino, El Dia de Gualeguachú, Radio Máxima (FM), la AM 680 LT41, el gobierno municipal, las escuelas provinciales, etc., etc., propalan la nueva religión.
Una especie de show televisivo, donde el rol de “Truman” [6] lo juega el pueblo de Gualeguaychú. Un auténtico andamiaje totalitario.

Adorno [7], nos dice: “El totalitarismo significa la ausencia de límites, la no concesión de tregua alguna, la conquista con dominación absoluta, hasta el exterminio completo del enemigo escogido…..Para la dominación totalitaria es esencial que nada esté garantizado, que no se interponga ningún límite a la arbitrariedad implacable”.

Llaman “grito blanco” a la utilización de los niños en su cruzada, llevados por sus maestros, a su vez, obligados por el Gobierno provincial.

Con valentía, Rubio, en uno de sus recientes reportajes [8], nos hace saber: “les dicen a los chicos en las escuelas que (por culpa de la pastera) no podrán tener hijos”. ¡Ya sabíamos que el maestro jubilado devenido apicultor, comerciante y asambleísta jacobino, Juan Veronesi, aleccionaba a alumnos y maestros en las escuelas locales, de lo cual se ha jactado públicamente! [9].

En los años sesenta y setenta, siendo estudiante en la Universidad de La Plata, solía escuchar en sus pasillos que la verdad nacía del fusil, haciendo una paráfrasis de Mao. Aprendimos que del fusil sólo emergen balas.
No obstante, aquel anatema ha sido hoy sustituido por otro más adecuado a la época: la verdad surge de la asamblea.
Einsten, quién se asombraba ante la inteligibilidad de la naturaleza, es decir, ante la posibilidad de comprenderla, también enseñaba que no se puede obtener un resultado diferente repitiendo el mismo procedimiento.

La verdad no nace de un fusil, tampoco nace de un repollo y mucho menos de una asamblea. La verdad no nace, se descubre. Es el resultado de la investigación.

Diría que, básicamente, probar quién es el asesino implica el uso de un método similar al requerido para verificar si los bañistas de Ňandubaysal son alcanzados y dañados por los efluentes provenientes de la orilla opuesta o por los que descienden por el Gualeguaychú.

Algo huele mal en la comarca.

“Yo no estoy loco sino cuando sopla el Nordeste; pero cuando corre el Sur, distingo muy bien un huevo de una castaña”. Hamlet [10].

Mientras tanto, los vecinos del Barrio Don Pedro (de Gualeguaychú) se quejan porque los efluentes de la empresa RPB SA (Baggio), instalada en el parque industrial del pueblo, “afecta, no sólo, el medio ambiente de ese lugar, sino también la calidad de los pozos de agua potable y la salud de los pobladores. Hay días en que el aire es irrespirable por el mal olor. Además, los estudios realizados en un laboratorio local, prueban la contaminación de las napas” [11]. Baggio, en estos días, provee de bebidas a los piqueteros de Arroyo Verde.
En realidad en ese Parque, ubicado a la vera de la ruta 14 entre los dos accesos a la ciudad, se han instalado una treintena de empresas, la mayoría de ellas pertenecientes a la industria química o metalúrgica.
Veamos, a modo de ejemplo, un par de tales establecimientos.
El primero, Laboratorios PYAM, fabrica pastillas potabilizadoras de agua. Lo hace a partir de un compuesto que libera hipoclorito (ClO-) el cual finalmente produce cloro elemental (Cl•), ambas sustancias de acción bactericida.

La segunda es UNIONBAT SA, una fundición de plomo (Pb) y fábrica de acumuladores (baterías). Ésta es una actividad industrial con un alto potencial de contaminación, por la diseminación en superficie y la percolación de plomo hacia las aguas subterráneas.

Los efluentes líquidos del Parque, cloacales e industriales, son depurados por agitación aeróbica y luego vertidos a una cañada por la cuál seguirán su derrotero hasta el arroyo Gualeyán quien terminará ofreciendo el tributo de sus aguas al río Gualeguaychú, apenas al norte de la toma de agua del pueblo y de los balnearios existentes en playas del Gualeguaychu, como Solar del Este.
La disposición de los desechos sólidos es responsabilidad de cada una de las empresas.
En nuestra recorrida encontramos, en el sudeste del pueblo y en las proximidades del río, la planta de tratamiento de efluentes cloacales puesta en marcha en mayo de 2005.
La vieja planta, inaugurada en 1920, dejó de prestar utilidad en la década del setenta. Desde entonces, y por cuarenta años, los efluentes cloacales fueron vertidos sin tratamiento alguno al manso y meandroso Gualeguaychú, en las proximidades de la desembocadura del arroyo del Cura.

El río, sin prisa ni pausa, ha llevado durante todos esos años su rico contenido hasta el mismísimo balneario Ñandubaysal, sin que los bañistas advirtieran o fueran advertidos del fenómeno y de cómo el mismo podría afectar la calidad de las aguas que disfrutaban.

Con la nueva planta de tratamiento, según proclama la alcaidía, acabó una dolorosa historia. En realidad, la decisión de construirla se tomó después de que una gran inundación desparramara “urbi et orbi” los efluentes de referencia y, sin embargo, se demoró varios años más en concretarla.

Durante el paseo por la planta de tratamiento, encontramos una sala de “cloración” donde se encuentran tres grandes cilindros conteniendo, cada uno, 900 kg de “cloro elemental”. El cloro (Cl2) se utiliza para desinfección de los efluentes antes de verterlos a la cañada Las Achiras por donde son conducidos al Arroyo del Cura y finalmente al perezoso Gualeguaychú.
Desde luego ese proceso, dependiendo de la cantidad de materia orgánica disuelta, produce compuestos clorados de toxicidad variable.

Los sólidos decantados tienen que ser retirados, como barros, de las piletas y dispuestos sobre la playa de secado. Este proceso deberá hacerse cada dos años. Una “barrera forestal” (¿eucaliptos?) funcionará ante la “eventual” generación de olores, evitando que estos se propaguen a las zonas aledañas….
Hace muchos años que el Carnaval del pueblo es famoso. Se celebra en el corsodromo, donde desfilan las comparsas, construído a lo largo de las viejas instalaciones ferroviarias que se encuentran a no más de 1500 metros de la Planta sanitaria.
Al pueblo y al Carnaval se accede por la ruta 14, quedando la costa occidental del río Uruguay a más de 15 km de distancia del corsodromo. Los turistas que visiten el pueblo y disfruten del Carnaval podrían no ver nunca la planta de celulosa. Y si se acercaran a las playas del Uruguay la verían a lo lejos, en el horizonte. El Carnaval, que es la principal atracción turística de la ciudad, no se verá afectado. Más aún, según Sebastián Bel [12], Gualeguaychú se apresta a vivir “la mejor temporada turística de la historia”.

¿Porqué, entonces, tan enjundiosa irracionalidad?


¿Girondinos, Montañeses y Sans-culotterie?

¿Pueblada? ¿Revolución? ¿Estallido? Ante tales interrogantes, Roberto Cagnoli (comerciante) respondía: “Llámenlo como quieran, pero la verdad es que la historia cambia cuando el pueblo pone el cuerpo en la calle y es lo que estamos dispuestos a seguir haciendo” [13].

En los primeros meses del 2006, Tirso Fiorotto [14], escribió un artículo para La Nación donde analizaba quien era quién en la Asamblea.
Según su apreciación “el piquete está formado por la típica clase media, y allí la mayoría reniega del mote de piqueteros”.
Uno de ellos ratificaba su pertenencia de clase: “Nosotros no somos unos muertos de hambre, no andamos con máscaras”.

Efectivamente, la mayoría de los participantes pertenecen a distintas capas de la burguesía local. Como dice Fiorotto, “los barrios pobres de Gualeguaychú parecen más ocupados en sobrevivir, y no muestran tener la misma visión crítica”.
Coincidentemente, durante la Revolución Francesa (1792), los trabajadores asalariados tuvieron una escasa participación .
La burguesía de entonces reclamaba libertad, objetivo no muy atrayente para el parisino asalariado quien, además, no cobraba el jornal si no cumplía con su trabajo.
Esta burguesía reclama por su “calidad de vida”, mientras, Juan Andrés Bogado (24), su compañera Rocío Jiménez (25) y sus siete hijos sobreviven en su rancho, en un terreno que no es propio, y reclamando autorización para pescar con redes (para su subsistencia) en las aguas del río Gualeguaychú, frente al balneario Solar del Este [15].
Juan y su familia forman parte de las 13.000 personas con necesidades básicas insatisfechas en Gualeguaychú.

Entre nuestros girondinos tenemos a los empresarios más importantes de la zona y algunos otros a quienes la radicalización podría, eventualmente, perjudicar. Uno de ellos defendía su condición cuando se discutía una nota dirigida al gobierno nacional: “Si hablamos de capitalismo, estamos corriendo de lugar a los que acá somos capitalistas, tenemos que incluir, no expulsar”. Lo hacía rechazando la propuesta de algún jacobino del Ejercito Alpargatista [16], probablemente.
Finalmente, jacobinos y sans-culottes han ido ganando terreno. En su camino ascendente, ya han guillotinado un par de girondinos (Rubio y Melo) acusados de traidores. Sin embargo, la escena actual parece estar dominada por la sans-culotterie (artesanos y tenderos [17]), siendo sus representantes más destacados el pizzero Pouler y el almacenero Fritzler.

Sus posiciones extremistas contra la industria forestal, incluida la producción de celulosa, y los cortes de ruta buscan perjudicar al pueblo uruguayo (como lo han expresado los asambleístas en incontables ocasiones). Y lo hacen. Sin embargo, también perjudican a los pobladores de todo el Litoral.

Desde su posición egoísta, por la cuál sólo cuentan sus intereses económicos o políticos o sus creencias, olvidan los intereses o creencias de los otros. Han llevado su fanatismo al punto de no retorno. El jacobino Rivollier, a quién estoy escuchando, a través de la radio mientras escribo este párrafo, confirma mis temores cuando explica, al periodista que lo entrevista, que ya no puede dar marcha atrás.

El desarrollo de la industria forestal, con todo su enorme potencial, es una oportunidad única para sacar a las provincias mesopotámicas de la pobreza, para contribuir al desarrollo nacional, para aumentar la cooperación con Uruguay y el resto de los países del MERCOSUR, promoviendo una más sólida y provechosa integración regional.

Lo que está haciendo la Asamblea, muy lejos de ser una contribución al interés nacional, es una zancadilla al desarrollo, a la eliminación de la pobreza, al afianzamiento de la amistad entre los pueblos y, finalmente, también un atentado contra el medio ambiente con su grosero e indiscriminado ataque contra industrias que se encuentran a la vanguardia de las tecnologías limpias. Y además, es un generoso aporte al desprestigio nacional.

Dicen que la Patria es un fusil y una bandera …

Algunos piqueteros de Arroyo Verde se sinceran y comentan en voz alta: “no hay que hablar más de contaminación, ahora el tema es la defensa de la soberanía” [18].
Sus voces invocan los espectros del chovinismo y como un conjuro la sentencia de Samuel Johnson, “Patriotism is the last refuge of the scoundrel” [19], se sacude el polvo de los siglos ante mi. .

Más de una vez la razón de nuestra gente se ha extraviado en los devaneos románticos del patriotismo. No es ésta una inclinación particularmente nuestra. Sin embargo, es claro que tenemos una clara vocación por la grotesca teatralidad de nuestros “sentimientos nacionales”.

Nuestros gobernantes, emergentes de la sociedad a la que representan, son particularmente propensos a la exhibición y uso de un “patriotismo” histriónico y demagógico.
Lo hacen, tal vez, porque el objetivo de la propaganda es afirmar la armonía entre el líder y sus seguidores.

La gente cubría la Plaza de Mayo, en el balcón "el General" se dirigía a la multitud rugiente: “Que sepa el mundo, América, que un pueblo con voluntad decidida como el Pueblo Argentino: Si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla”. La enorme pancarta, que flotaba sobre las cabezas de los manifestantes, se agitaba frenética y proclamaba: "150 años pirateadas al fin recuperadas. "

Escribía Marx en 1852: “Hegel afirma en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, diríamos, dos veces. Pero, se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa”[20]

La gente colmaba el Salón Sur de la Casa Rosada, detrás del atril el Presidente se dirigía a la abigarrada concurrencia: “cuando uno va a dar batallas, cuando va a dar luchas por las convicciones de un país, como en este caso la defensa del medio ambiente, y que allí estuvimos el Gobierno Nacional y los gobiernos provinciales asumiendo como causa nacional, “como causa nacional”, la defensa del medio ambiente en Gualeguaychú”.[21]

El General compadreaba contra la OTAN como un gran estratega. El Presidente lo hace contra Botnia, contra el Banco Mundial como un eco de las palabras del jacobino Rivollier: “Nos tocó pelear contra el orden mundial” [22].
Aunque en realidad se dedica a halagar a la asamblea y ofender al Uruguay, como corresponde a un gran “patriota”.
José Gómez Fuentes nos alentaba desde la pantalla del televisor: “¡Vamos ganando!
La Picolotti lo hacía desde Washington anunciando que habían demorado por 4 días la decisión del Banco Mundial.

El presidente K se enfurece con algunos periodistas que le señalan el fracaso de sus “tácticas” demagógicas. Nos recuerda el Beagle cuando K se opuso a la mediación papal, mientras hoy promueve la mediación de los Borbones.
Nos recuerda su lucha por los Hielos y, cuando la mediación de la OEA falló en nuestro favor, quiso hacer un asado con los gendarmes del Lago del Desierto para festejar la “victoria” sobre los chilenos.
Y hoy para completar su periplo latinoamericanista promueve las más diversas agresiones hacia el Uruguay.

No hay que reprimir a los que cortan las rutas como se hace en Santa Cruz.
Hay que ayudar a la gente de Gualeguaychú a conocer la VERDAD, hay que garantizar que los disidentes puedan expresarse sin temor, hay que garantizar los derechos constitucionales, hay que ganar ciudadanos y no adeptos.

El Presidente, en el discurso del Salón Sur, citó a Martin Luther King para contarnos su propio sueño. Sin embargo, el suyo en nada se asemeja al de King quien decía a la multitud de la marcha a Washington en 1963 [22]:

“¡Hoy tengo un sueño! Tengo el sueño de que algún día cada valle será elevado, y cada colina y montaña serán allanadas. Los lugares ásperos serán aplanados y los lugares torcidos serán hechos rectos, y la gloria de Dios será revelada y todo el género humano se verá unido.”

En el final del libelo, habré de confesar mi amor por la Patria, apasionado, porque la Patria, “la Patria son mis hermanos que están labrando la tierra” [23] en ambas orillas del río de los pájaros.

(*) Catedrático Universidad de La Plata.
en INFORME URUGUAY.



NOTAS:[1] De cómo los irlandeses salvaron la civilización, Thomas Cahill, G.Ed.Norma.[2] En htpp://personales.ciudad.com.ar/mfeliz/ puede encontrarse ese trabajo y otros sobre el tema.[3] Alusión a los sacrificios humanos efectuados ritualmente por los mexicas.[4] En www.ambienteydesarrollo.com.ar se puede encontrar información sobre la industria.[5] Las fotografías y el análisis de cómo fueron tomadas fue obtenido del Instituto de Ciencia e Investigación dirigido por J.Balseiro-Savio.[6] Nos referimos al film The Truman show protagonizado J.C.[7] Las referencias a Theodor W. Adorno proviene de Ensayos sobre la propaganda fascista, Ed.Paradiso.[8] Publicado en www.perfil.com 23/11/2006[9] Luis Anastasía, www.bitacora.com.uy [10] Hanlet, Principe de Dinamarca, W.Shakespeare.[11] Diario El Argentino de Gualeguaychu, 25/10/2006[12] Sebastián Bel, Titular del Consejo Mixto Turistico de Gualeguachu. [13] Marta Dillon desde Gualeguaychu, Pagina 12, 14/10/2006[14] Tirso Fiorotto, articulo publicado en La Nacion 23/04/2006 y en www.cronistadigital.com [15] Osvaldo J.Sosa en El Dia de Gualeguaychu, [16] Entre los militantes asambleístas hay un grupo autodenominado Ejército Alpargatista de Liberación Nacional catalogada por Fiorotto como ambientalistas anarquistas. Los más conocidos son Emilio Vitale y Flaco Claret.[17] La Revolución Francesa, Albert Soboul, Ed.Hysp américa[18] Beatriz Sarlo, Perfil 26/11/2006[19] Samuel Johnson, poeta y ensayista británico (1709-1784)[20] K.Marx, El 18 Brumario de Luis Bonaparte, 1852.[21] Los dichos del Presidente corresponde al discurso pronunciado 22/11/2006 en la Casa Rosada.[22] Reportaje publicaco en www.lavaca.org [23] Discurso de Martin Luther King pronunciado en la marcha a Washington el 28/08/1963[24] Poema español anónimo.

La Plata, 29 de noviembre de 2006



domingo, diciembre 03, 2006

MIENTE, MIENTE, QUE ALGO QUEDA ...









Miente, miente, que algo queda...

por Humberto Farro

Foto Revista - Fotografía Argentina


Agracedemos a la revista argentina Foto Revista su amabillidad al autorizarnos a reproducir este artículo, y los felicitamos por la grandeza de buscar y publicar siembre la verdad.

Las continuas mentiras de los Asambleístas, sumadas a la desinformación general de la prensa han instalado en la opinión pública Argentina numerosos errores de carácter geográfico.

En esta nota pretendemos aclarar con fotos satelitales la ubicación exacta tanto de Gualeguaychú y Botnia como de la playa Ñandubaysal y Fray Bentos.

¿La papelera (pastera) está frente a Gualeguaychú?

Esta es una de las mentiras más repetidas que ha instalado en la opinión pública Argentina el error de creer que la ciudad de Gualeguaychú se encuentra enfrente de la planta Orion de la empresa Botnia.
Esto es algo totalmente falso, Gualeguaychú está a más de 27 kilómetros de Botnia, a 11 kilómetros aguas arriba (tierra adentro) de la desembocadura del río Gualeguaychú en la laguna abierta al río Uruguay (ver Fotos 1 y 2).


¿Contaminación visual?

Otra de las mentiras habituales es decir que la playa de Gualeguaychú es la que está frente a Botnia, lo cual es también absolutamente falso.

La única playa de la zona sobre el río Uruguay es el balneario privado "El Ñandubaysal", zona de camping y recreamiento (ver
www.gualeguaychu.info/balneario.htm) que está a 15 km de Gualeguaychú y a 13,7 kilómetros de la planta de Botnia, que tampoco está enfrente sino muy a su izquierda (ver Foto 3).
En realidad, el balneario "El Ñandubaysal" no está propiamente sobre el Río Uruguay, sino DENTRO DE UNA LAGUNA DE RIBERA muy abierta por uno de sus lados hacia el Río Uruguay. El Río Gualeguaychú tambien desemboca dentro de esta laguna de ribera abierta.
Se observan dos lagunas de ribera unidas entre sí y la mayor francamente abierta hacia el río Uruguay.
La corrriente principal del Río Uruguay no penetra en dichas lagunas de ribera.
Bastante más cerca aunque tampoco enfrente está la ciudad de Fray Bentos, a 8,7 kilómetros (ver Foto ).



La Foto 5 muestra la costanera de la ciudad de Gualeguaychú, sobre el río Gualeguaychú, a 11 kilómetros de su desembocadura en la laguna riberense al río Uruguay.

En la Foto 6 se puede ver la obra en construcción de la planta Orion de Botnia y el puente internacional (inaugurado en 1976). Aquí se aprecia claramente que la mayor construcción de la zona es y seguirá siendo el mismo puente de casi 6 km de largo y 45 metros de alto sobre el río Uruguay.

En la Foto 7 se puede comparar la distancia entre Ñandubaysal y Botnia, que es la misma que hay entre la Terminal de Constitución y el cruce del Acceso Norte y la Av. General Paz en la ciudad de Buenos Aires: 13,7km.

En las siguientes fotos satelitales, tomadas de Google Earth (al alcance de cualquiera) (
http://earth.google.es/), se puede apreciar la localización exacta de la ciudad de Gualeguaychú, de la ciudad de Fray Bentos, de la playa privada de Ñandubaysal y de la planta Orion de Botnia.

Foto 1 - Panorámica de la zonaEn esta foto se puede ver la zona completa, Gualeguaychú, Fray Bentos, Ñandubaysal y Botnia


Foto 2 - Gualeguaychú - Botnia: 27,52 km En esta foto se aprecia que la distancia real entre Gualeguaychú y la planta de Botnia es de 27,52 kilómetros.

Foto 3 - Ñandubaysal - Botnia: 13,7 kmEn esta foto se puede comprobar que la distancia real entre el balneario de Ñandubaysal y la planta de Bonia es de 13,7 kilómetros, además de que NO está enfrente sino muy a su izquierda
¿contaminación visual?

Foto 4 - Ñandubaysal - Fray Bentos: 8,7 kmEn esta foto se ve la ubicación del balneario de Ñandubaysal con respecto a la ciudad uruguaya de Fray Bentos, 8,7 kilómetros, tampoco enfrente sino a su izquierda.

Foto 5 - Zona costera de GualeguaychúEn esta foto se puede ver la costanera de la ciudad de Gualeguaychú, sobre el río Gualeguaychú, a 11 kilómetros de su desembocadura en la laguna ribereña al río Uruguay.

Foto 6 - Planta Orion de Botnia y Pte. InternacionalEn esta foto se puede ver la obra en construcción de la planta Orion de Botnia y el puente internacional (inaugurado en 1976). Aquí se aprecia claramente que la mayor construcción de la zona es el mismo puente de casi 6 km de largo y 45 metros de alto sobre el río Uruguay.

Foto 7 - 13,7 km en la ciudad de Buenos Aires En esta foto se puede ver que la misma distancia que separa a Ñandubaysal de Botnia es la que hay entre la Terminal de Constitución y el Acceso Norte y Av. Gral. Paz.

Fuente:
Foto Revista Argentina



NO a la desinformación .

por Humberto Farro

Foto Revista - Fotografía Argentina


Absolutamente hartos de la desinformación a la que nos someten los medios de prensa argentinos, así como de la manipulación obscena de los políticos de este mi país, es que queremos iniciar esta mini campaña de información sobre el tema de las Papeleras (pasteras) que se están instalando en la república hermana de Uruguay.

Quisieramos dejar en claro una pocas cosas y recomendar fervientemente a nuestros lectores que lean los documentos cuyos links figuran al pié.

La Asamblea Ciudadana Ambiental Gualeguaychú afirma en los folletos que reparten, una gran cantidad de inexactitudes en algunos casos y simples mentiras en otros:

+Es mentira que la tecnología ECF esté prohibida en EEUU o Europa.

+Es mentira que la tecnología ECF sea una fuente de dioxinas y/o furanos.

+Es mentira que exista una legislación europea o de otras zonas que prohiba la importación de productos de origen animal o vegetal de zonas cercanas a plantas de celulosa.

+Es mentira que no se haya realizado un estudio de impacto ambiental serio y responsable.

+Es mentira que el funcionamiento de la planta de Botnia va a afectar las aguas del río Uruguay.

+Es mentira que la planta de Botnia va a afectar a los habitantes de Gualeguaychú y su zona circundante.

+Es mentira que Uruguay haya violado el tratado del río Uruguay.

+Es un disparate decir que el puerto de Botnia es ilegal, ya que está en un territorio EXTRANJERO y ha sido autorizado por su gobierno!!! El tratado del Río Uruguay no le da poder de veto a la Argentina.!!!

En realidad lo único cierto de lo que dicen los miembros de la Asamblea Ciudadana Ambiental Gualeguaychú es que el valor inmobiliario de las propiedades de la zona va a descender inevitablemente... pero esto va a pasar por culpa exclusiva de ellos mismos, ya que son ellos quienes mienten permanentemente y pretenden que creamos que la zona se transformará en un nuevo Chernobyl, lo cual es un verdadero disparate.
Es realmente patético que la prensa argentina, sobre todo algunos medios o programas considerados como "serios" no aborden este tema o lo hagan contribuyendo a la desinformación general.
Los habitantes de la maravillosa provincia de Entre Ríos deberían estar muy preocupados, no por la planta de Botnia que será una de las más modernas y seguras del planeta, sino por la altísima contaminación de las aguas que están provocando tanto los fertilizantes como los herbicidas usados en las extensas plantaciones de soja transgénica que existen en su provincia.
Los habitantes de Buenos Aires deberíamos estar muy preocupados por la muy real contaminación de la cuenca del Riachuelo-Matanza y por los peligros potenciales del Polo Petroquímico Dock Sud.
Los habitantes de todo nuestro país deberíamos estar muy preocupados por la muy real contaminación de las numerosas papeleras que funcionan en nuestro territorio utilizando métodos obsoletos (como el de cloro libre que sí genera dioxinas y furanos) y no tienen tratamiento de efluentes, así como de las numerosas explotaciones mineras que envenenan literalmente las napas de agua de donde están instaladas.
Argentinos, por favor, seamos un país serio y digamos NO a la desinformación y la prepotencia.


Fuente: Foto Revista



sábado, diciembre 02, 2006

NIÑOS: VICTIMAS INOCENTES DE LA GUERRA.

Niños:

Víctimas Inocentes de la Guerra.

Por Lic. Luis Anastasía (*)

''La educación consiste en enseñar a los hombres no lo que deben pensar, sino a pensar.''
Anónimo

''Cuando una multitud ejerce la autoridad, es más cruel aún que los tiranos.''
Platón



Hace unos 2.300 años Platón, el atleta, poeta y filósofo más conocido por el apodo que por su verdadero nombre, fundó la Academia, lugar desde donde promulgaba el uso de la razón como el camino para llegar al conocimiento, sistematizando el pensamiento inductivo utilizado por su maestro Sócrates.

Unos 800 años después de su fundación la Academia fue cerrada por el emperador Justiniano, porque la veía como un obstáculo para el crecimiento y la expansión del cristianismo ya que la sola razón no lleva a la fe.

Pero lo que legó al mundo es indeleble y nuestra forma de pensamiento actual está fuertemente influida por sus logros, teniendo en cuenta que se puede considerar como el antecesor, entre otras cosas, que estableció las bases para la generación y validación del pensamiento científico, lo que actualmente se conoce como la epistemología.

Sin duda que la historia del hombre está signada esporádicamente por mentes brillantes que hacen avanzar a grandes pasos el conocimiento y el desarrollo de las ideas, anticipándose por muchas generaciones a su propio tiempo.

Mucho más cercano en el tiempo y en el espacio que Platón y su Academia, en las postrimerías de la América precolombina surge Netzahualcóyotl, Señor de Texcoco y Rey de los Mexica.

Nacido en 1402 fue tal vez el Rey Ideal que infructuosamente buscó Platón. Excepcional arquitecto e ingeniero, por el sistema de acueductos y la bella arquitectura de su ciudad se le considera que construyó la Roma de América. Por la hermosura y diversidad de los jardines se la compara con los Jardines de Babilonia. Fue un poeta cuya herencia artística es comparable a su legado como filósofo. En su reino se rodeó de los más grandes filósofos y artistas, siendo el impulsor de la Atenas de América.

Estas referencias históricas para comparar sus logros con lo que tradicionalmente nos enseñan como hitos en la historia de la civilización, pero siempre mirando a Asia y Europa, las utilizo sólo para poder tener una escala de referencia de la magnitud de este excepcional pensador y estadista americano, que reinó con valentía y sabiduría.

Uno de los aspectos que más me llamó la atención y despertó mi admiración cuando estudié su vida y obra fue que gobernó con estructuras e instituciones que cumplirían las funciones de Ministerios en un estado moderno. Uno de ellos, de quien dependía el sistema de educación, era el Ministerio del Arte y de la Guerra. En nuestra concepción actual suena como una contradicción. Sin embargo Netzahualcóyotl consideraba que únicamente quien profundizara en todas las ramas de las artes y amara profundamente la belleza de la vida, podía decidir sobre la guerra. El sistema de educación se basaba en escuelas donde asistían los niños sin distinción de estamento social y todos recibían la misma enseñanza. Pero la misma falta era castigada con más rigor si era cometida por un hijo de la clase gobernante que si la cometía el hijo de un campesino o de un artesano, pues consideraba que gobernar era mucho más un deber y responsabilidad que un privilegio. Estaba tan imbuido de este concepto y filosofía de vida que condenó a muerte a uno de sus hijos por soberbio, arrogante y belicoso.

Hoy, al inicio del siglo XXI veo con espanto y angustiado asombro con cuanta liviandad, facilidad e impunidad la clase gobernante, y en esto incluyo a la Asamblea Ciudadana Ambiental, utiliza las palabras agresión y guerra por causa de este conflicto artificial originado en las plantas de celulosa. Hoy, en el mero inicio del tercer milenio, soy testigo incrédulo del uso de la irracionalidad en la educación y de la muerte del conocimiento científico.

El germen primordial para llegar al conocimiento es establecer los criterios de legitimidad de los argumentos que se consideran en torno a la aproximación a un tema. Para evaluar estos criterios de legitimidad de argumentos que dieron origen al conflicto por las plantas de celulosa debemos hacer un rápido repaso de su génesis.

En el año 2000, según unos, o en el 2002, según otros, grupos ambientalistas de Uruguay que habían iniciado un movimiento de oposición a la instalación de las plantas de celulosa al norte de Fray Bentos fueron a la ciudad de Gualeguaychú para alertar sobre los negativos y catastróficos efectos ambientales, según ellos, que causarán las plantas cuando entren en operación.

Esta alerta temprana prendió fértilmente en las organizaciones ambientales de Gualeguaychú con una legitimidad que objetivamente podemos reconocer únicamente en el contexto de los argumentos expuestos. A partir de ahí el movimiento opositor al desarrollo forestoindustrial en la margen uruguaya del río, creció en número hasta desembocar en la Asamblea Ciudadana Ambiental. En este marco de acción se entró en una espiral de profundización y radicalización, donde se fueron convenciendo sistemáticamente por efectos ambientales cada vez más drásticos y apocalípticos según las ideas y conceptos que se exponían con mayor gravedad cada vez hasta llegar a la idea de genocidio, agresión y guerra. Esto ha tenido un efecto real e innegable en la sociedad, expresándose especialmente en miedo a morir.

Sin duda que si se escucha reiteradamente que la gente se va a morir de cáncer, que van a suceder mutaciones y que varias enfermedades van a caer como las siete plagas sobre ellos y sus hijos, es absolutamente lógica la reacción generada. Reacción que se plasma en una situación en la cual los ambientalistas consideran que hay una conspiración en la cual el mundo entero, no sólo Uruguay, actúa mintiendo pues los únicos poseedores de la verdad son los ambientalistas.
Están tan convencidos de su verdad que ni siquiera aceptan que alguien pueda pensar de una manera diferente.
Tan empapados en su pensamiento que sostienen que tal vez si se juntan más de cien mil uruguayos del lado oriental del puente, entonces y sólo entonces podrían empezar a pensar que están equivocados. Sin embargo, como todos los argumentos son falaces o directamente falsos, la legitimidad deja de ser tal.

El punto más grave de todo es que estos argumentos falaces y falsos se han instalado en la educación formal e informal. La educación, cuyo objetivo básico es guiar a través de la aventura del conocimiento, es impartida por la palabra, la acción, las actitudes y los sentimientos en un proceso de concienciación cultural, moral y conductual. Todos nosotros en cada momento somos responsables, por tanto, de la educación de los demás y de sí mismos. Y con mucha más responsabilidad quienes son o actúan como referentes en todos los niveles de la sociedad.

Es totalmente lógico que si un referente del gobierno argentino, como lo es el Embajador Estrada Oyuela, encargado de asuntos ambientales de la cancillería, insiste que la gente se va a morir de cáncer y que no existirá turismo en una ciudad en la cual no se va a poder respirar, que el río se llenará de algas tóxicas, la gente le va a creer, en primer lugar por ser quien es y en segundo lugar porque dice exactamente lo que quieren escuchar. Y ésto por mencionar sólo un ejemplo, aún cuando según expresan los propios asambleístas, la primera vez que Estrada Oyuela los recibió los trató de ''loquitos''.

Lo más terrible, lo que realmente tiene las consecuencias más espantosas en el desarrollo de este conflicto, es el efecto que está teniendo en los niños, en el desarrollo intelectual, sicológico y social temprano de mentes inocentes.
En lo único que puedo estar de acuerdo con el Embajador Estrada es justamente en lo que dijo respecto a que este conflicto durará 80 años. Están sembrando con alta eficacia en los niños todo lo necesario para que sea así.

No sólo integrantes importantes de la clase política se han ido sumando a la escala de declaraciones cada vez más alarmantes, también figuras relevantes del medio artístico argentino se han manifestado en contra de las celulosas con declaraciones absurdamente insólitas e inverosímiles.

Los niños son receptores pasivos de todo lo que dicen los adultos sobre este tema, especialmente sensibles a lo que legítimamente pueden estar sintiendo y trasmitiendo los padres. Una joven madre de Gualeguaychú sostiene que se tiene que ir porque ''la gente que vive cerca de las papeleras muere de cáncer, de sida''.

Transformaron a los niños y jóvenes de receptores y espectadores a actores protagonistas. Llevados a las Marchas del Grito Blanco, manifestación multitudinaria realizadas en los años 2005 y 2006 en Gualeguaychú, declaradas de interés educativo por Consejo General de Educación de Entre Ríos, leían proclamas y hacían declaraciones a la prensa. A mí se me heló el alma desde la primera marcha cuando escuchaba decir cosas como que ellos no quieren morirse, que no van poder tener hijos. Un niño decía que ahora no va a la playa de Ñandubaysal porque ya está contaminada por las ''papeleras''.

Ahora, en las escuelas y colegios se enseña en forma sistemática el brutal y negativo efecto espantoso que van a tener las plantas de celulosa.
Juan Veronesi es uno de los principales referentes de la Asamblea Ciudadana Ambiental y uno de los más activos protagonistas. Antiguo docente de la Provincia de Misiones es uno de los responsables de realizar ciclos de charlas en las escuelas de Gualeguaychú explicando, según su entender, el daño ambiental, social y efectos en la salud que van a tener las papeleras.

Según sus palabras, los niños "... fueron sumamente importantes para la ampliación de todo esto. Se fueron convenciendo y llegaban a sus casas y les contaban a sus padres sobre lo que habían visto en el aula''. Narra como una anécdota risueña el resultado obtenido luego de una de las charlas, cuando un niño dijo "Bueno, si hace falta yo puedo ir pal' río con la escopeta de mi papá.'' Y encima remata tomando esta anécdota, que para mí de risueña no tiene absolutamente nada, como un importante indicador de lo fundamental y trascendente que ''es la tarea docente para difundir ciertas ideas''. Generalmente los niños no aceptan matices. La vida se divide en héroes y villanos, negro y blanco. En este esquema maniqueo la deplorable anécdota de la escopeta es esperable en una concepción de fanatismo.

Desde los inicios de este conflicto tuvimos cierta evolución. Ya existían en Gualeguaychú movimientos en pro del cuidado ambiental, cosa que no podemos menos que compartir, y que obtuvo logros importantes en su accionar.
Algunos de los fundadores originales de la Asamblea Ciudadana Ambiental, provenientes de esta actividad social y ambiental, mantenían una postura de expectante incredulidad, basados en argumentos y antecedentes técnicos de recibo referentes al funcionamiento de las ''papeleras''.
Sin embargo, con el tiempo se ha dado que uno de los principales referentes históricos y fundador de la Asamblea, el Ing. Héctor Rubio, cambió su pensamiento y postura después de bastante tiempo de recabar e intercambiar información y analizarla en su justo contexto. Viajó además a Finlandia donde vio en funcionamiento las plantas de celulosa de Botnia.
Por eso mismo ahora la Asamblea lo declara traidor y espera que en algún momento vaya a explicarse ante ella, autoerigida como tribunal de conducta y censores de todo pensamiento contrario a su convicción y posición. Hoy, cuando el Ing. Rubio se arriesga a opinar o comentar algo en la prensa, tanto en Argentina como en Uruguay, corre el riesgo de ser ''escrachado'' o que ''apedreen mi casa''.

De hecho, en la sociedad de Gualeguaychú existe un muy escaso grupo de personas que creen que es posible que puede existir un desarrollo industrial totalmente compatible con el correcto y correspondiente cuidado ambiental en un estricto marco legal y de fiscalización, conjuntamente con otras formas de desarrollo agroindustrial y turístico. Tal como existe en otras partes del mundo.

Este reducido grupo vive casi en el ostracismo en su propia ciudad, ostracismo en el que ahora está incluido también el Ing. Rubio, padeciendo incluso boicot económico.

Por otro lado tenemos a los asistentes más permanentes de la Asamblea Ciudadana Ambiental quienes se fueron radicalizando cada vez más hasta llegar a expresar amenazas de destrucción y sabotaje.

Este grupo más radical manifiesta ahora estar en un "objetivo mayor" que trasciende el original de defender a Gualeguaychú de la contaminación.

Ellos quieren ahora defender al Uruguay del avance de la forestación para que ni nuestro país ni Entre Ríos se conviertan en desiertos. También quieren protegernos, ante nuestra aparente pasividad, de la ''cloaca en que se va a convertir'' nuestro país.

Más aún, hemos escuchado decir que quieren defender al Hombre (se escucha así, con mayúscula) de la contaminación y del avance del imperialismo, reivindicando la lucha de clases de Carlos Marx.

Entre ambas posiciones opuestas se encuentra un importante porcentaje de habitantes de Gualeguaychú que a su vez se dividen en un sector que cada vez es más escéptico frente a lo que sostiene la Asamblea, aún cuando sigan pensando que puede haber contaminación, pues consideran que el potencial efecto no va a ser tan grave.

Y el otro sector sigue acompañando y participando de la Asamblea.

Pero la clave es que fundamentalmente la Asamblea es quien decide, trascendiendo toda estructura social y legal, qué es lo que está mal y lo que está bien, actuando en consecuencia.

Lo peor, lo más grave que va a suceder es cuando entren en funcionamiento las plantas, o en este caso y siendo más preciso, cuando Botnia esté operando y se demuestre que no contamina, que cumple con total holgura con la normativa internacional más exigente, que nada de lo catastróficamente predicho se cumpla y quede de manifiesto que quienes promovieron todo este conflicto no tenían razón alguna.

Sean asambleístas, políticos o personalidades que fueron funcionales al mantenimiento y crecimiento de este conflicto.
Y no me refiero sólo a argentinos. No olvidemos en ningún momento que ésto no es una cuestión de enfrentamiento entre Argentina y Uruguay sino de un grupo de argentinos y de uruguayos que se oponen a las plantas de celulosa porque ''saben que van a contaminar'' y de argentinos y de uruguayos que piensan que se puede incorporar valor agregado a la madera en su desarrollo industrial con cada vez mejor y mayor cuidado ambiental.


(*) En BITÁCORA.- Analista ambiental de proyectos industriales y de infraestructura. Uruguay.
luishac@montevideo.com.uy



viernes, noviembre 24, 2006

BUSTI Y LAS CUENTAS DE LA DIOXINA.

Busti y las cuentas de la Dioxina

Los números no mienten, los que mienten son quienes los manipulan .

Lic. Luis Anastasía (*)

Agradecemos al Lic. Luis Anastasía que tan gentilmente nos envió una serie de artículos de su autoría para aclarar lo oscuro de la posición argentina en materia de "La Guerra de las Papeleras"



Los 97 kilos de Busti.

No hace mucho tiempo atrás el Gobernador de la Provincia de Entre Ríos, Jorge Busti, afirmaba que las plantas de celulosa arrojarán 97 kilos de dioxinas al río. La cuenta está mal hecha, pero no quisiera atribuirle el error al Sr. Gobernador ya que por tener ese cargo ejecutivo no podemos asumir que sepa todo de todos los temas.
Más bien yo diría que sus asesores están equivocados y le pasaron un cálculo que parece bien hecho pero está errado desde cualquier ángulo que uno lo mire.

El cálculo está bien desde el dato de partida que la planta Botnia tomará 86.000 m3 de agua del Río Uruguay por día y que en sus efluentes, luego de utilizar esa agua en el ciclo productivo y ser tratada, la concentración de dioxinas en el punto de descarga es de 1 microgramo en cada litro (mgr/l). Para este cálculo tomemos en cuenta que si un metro cúbico de agua equivale a 1 millón de litros y 1 microgramo (mgr) equivale a la millonésima parte, entonces para cada metro cúbico de agua se tiene un gramo de dioxina. Así llegamos a los 97 kilos, aunque para mí sería 86 k por día, pero podemos redondear en 90 k. Hasta aquí las cuentas aparentan estar bien.

Pero lo más lamentable, por lo cual habrían reprobado si hubieran sido alumnos míos, es que acá hay un descomunal error. Tanto en Uruguay como en Argentina y el resto del mundo 1 metro cúbico de agua tiene únicamente mil litros. Mil veces menos que el supuesto de partida que usé para poder llegar al resultado que esgrime el Gobernador Busti y sus asesores.
Utilizando los datos correctos, el resultado final de la cantidad que el efluente futuro de la planta de Botnia aportará al Río Uruguay de supuestas dioxinas es de 90 gr por día. Sólo se puede llegar a los kilos que dice Busti después de acumular efluente por 3 años.
Por otro lado debemos considerar también el factor dilución cuando el efluente entra en el caudal del río. De esa manera el resultado es totalmente diferente. El desarrollo es simple, y por favor no se asusten por los números.
En un día tenemos 86.400 segundos por lo que el caudal de descarga del efluente será de 1,03 m3/s (redondeando 1 m3/s), siendo así en cada segundo ingresarán, supuestamente, 1 milésima de gr de dioxina al río (0,001 gr). Ahora bien, aún cuando los ambientalistas sostienen que el Río Uruguay no tiene corriente o capacidad de dilución, resulta que ese curso de agua tiene un caudal medio de 6231 m3/s (promedio de los últimos 20 años). El caudal máximo registrado en esa zona del río es de 22.504 m3/s. Pero tomemos la peor de las situaciones, usando como dato el caudal mínimo promedio que es de 499 m3/s (redondeando a 500 m3/s). Asumamos que este mínimo es el valor que siempre se puede dar y que además la dilución del efluente ocurrirá sólo cercano a la orilla donde, digamos, hay un 10% de ese caudal, entonces tenemos que esa milésima de gramo de dioxina aportada en cada segundo se diluye en 50 m3 con lo que nos queda un número muy, muy pequeño: 20 microgramos por metro cúbico (0,00002 gr/m3). Preferí usar metros cúbicos porque así los números quedaban un poco más grande. Si hago el cálculo usando litros en lugar de metros cúbicos, recordando el dato de partida de concentración del efluente de 1 mgr/l, el resultado es de 20 nanogr/l (nano es la billonésima parte de un gr). Aún cuando ingresemos en la cuenta el efluente de la planta de Ence, que las dos plantas descarguen el efluente en el mismo punto, y que el río tenga siempre el caudal mínimo, la concentración sigue siendo ridículamente pequeña, insignificante y despreciable.
Tenga en cuenta que usé siempre las peores de las situaciones. Si además hiciéramos estas cuentas con los valores promedios de caudal, serían aún mucho más bajas.
Con esto queda demostrado que Busti y sus asesores están equivocados.

Hablemos de las Dioxinas.

En otra nota escrita por mí y publicada en este mismo espacio el día 16 de febrero (Errores del Informe de la CFI – http://www.montevideo.com.uy/noticia_26424_1.html ), sostuve que las dioxinas que potencialmente los efluentes de las industrias de la celulosa pueden liberar al ambiente son exactamente iguales a las que existen en la naturaleza, mono y dicloradas, asimilables y no bioacumubles. Y que no van a producir cáncer, ni deformaciones, ni parálisis cerebral ni mucho menos caída de pelo, o muerte de peces, destrucción del ecosistema del Río Uruguay, por mencionar algunas de las acusaciones dirigidas diariamente a las dioxinas, y por transitiva a los irresponsables uruguayos que permiten que se instalen estas plantas.
Hasta ahora no he leído ni escuchado en ningún medio que los ambientalistas hayan siquiera puesto en tela de juicio lo que sostengo. Puede deberse a dos aspectos, que no me lee nadie (lo que afectaría mi autoestima), o que no pueden argumentar en contra porque saben que tengo razón, que no escondo ni tergiverso información o datos.
Expliquemos a todos de qué estamos hablando cuando decimos dioxinas.
Las dioxinas son compuestos orgánicos conformadas por carbono (C), oxígeno (O) e hidrógeno (H) que son tres de los elementos más comunes en este planeta. Tienen una configuración espacial que las identifica, diferenciándolas de otras moléculas que tienen los mismos componentes. Los átomos de hidrógeno que están unidos al carbono son suplantados por átomos de cloro (Cl), también presente en la naturaleza. Así podemos tener dioxinas mono-, di-, tri- y tetracloradas que conforman una familia de 75 congéneres. Si sumamos los isómeros y polímeros llegan a más de 200.


Estas dioxinas son producidas y liberadas en el ambiente por procesos naturales.

De hecho hay mayor concentración de dioxinas en el suelo de los bosques que en un suelo industrial. Los microorganismos, con un sistema fascinante de procurarse alimento, degradan la materia vegetal separando la lignina (biomasa de baja energía biológicamente aprovechable) para quedarse con la celulosa. En realidad la actividad industrial de obtención de pasta de celulosa comete es casi un plagio del proceso biológico. Este es uno de los procesos, entre los más comunes, responsable por la presencia de dioxinas en la naturaleza.

¿Cuál entonces, exactamente, es la dioxina a la que se refieren los autodenominados ambientalistas?
Hay una sola de todas ellas, una dioxina tetraclorada (2,3,7,8 tetracloro-dibenzo – p – dioxina o TCDD) que además es sólo una de los 22 posibles isómeros de las dioxinas tetracloradas, que ha sido acusada, y aclaremos que en forma alevosamente exagerada, de ser la toxina más peligrosa conocida y sintetizada intencionada o involuntariamente por el hombre.
Quien escribió esta noticia por primera vez, tomada de resultados de laboratorio que no son verdaderamente extrapolables, se olvidó del botulismo y del tétanos, toxinas naturales mucho más peligrosas (producidas por Clostridium botulinium y Clostridium tetani respectivamente) que la 2,3,7,8 TCDD.

40 Millones de Veces.

Creo oportuno comentar que la actividad humana en general, igual que los procesos naturales, también está continuamente generando y liberando dioxinas al ambiente. Pero no voy a recurrir al ejemplo de la leña y el asado, que de tan repetido y cotidiano es hasta aburrido.
Las personas usamos cotidianamente un líquido que tiene un potencial de generar dioxinas 40 millones de veces más que el efluente de las plantas de celulosas. En la limpieza y desinfección usamos tradicionalmente, desde hace mucho tiempo y espero que también por mucho tiempo más, hipoclorito de sodio.
La concentración en las aguas cloradas de uso común y doméstico en Uruguay es de 40 gr de cloro activo (Cl2) por litro. Si comparamos 1 mgr/l de concentración de dioxinas en el efluente, la concentración entonces de 40 gr/l de cloro molecular (o cloro elemental para usar los mismos términos que los ambientalistas) disponibles para formar dioxinas en cuanto entran en contacto con compuestos orgánicos, es realmente 40 millones de veces más elevada.
Usted dirá que en su casa, de vez en cuando, usa un litro de hipoclorito cada tanto.
Como dijimos, en Uruguay la concentración es de 40 gr de cloro elemental por litro (en Argentina es de 60 gr y en Brasil 20 gr, otra cosa en la que no pudimos ponernos de acuerdo en el MERCOSUR).
Por año, en promedio, se consumen en este país para uso doméstico unos 8 millones de litros de hipoclorito. Dicho en otras palabras, liberamos al ambiente con nuestras actividades de limpieza y desinfección más o menos unas 320 toneladas de cloro elemental por año.
Si resulta un número grande que dificulta entenderlo, pasemos a días, y resulta en 890 k/día.
Aclaro que no está incluido en esta cuenta el cloro que se usa en la potabilización del agua, ni en la limpieza y desinfección de tanques de agua en los edificios, ni tampoco otras actividades industriales. Insisto que esto es sólo considerando el uso doméstico de cloro elemental.

Por cierto, valga la aclaración, las plantas de celulosa NO van a utilizar cloro elemental.



(*)en INFORME URUGUAY. (*) Luis Anastasía es Licenciado en Oceanografía Biológica, Tesis de grado en Oceanografía Física. Más de 10 años de experiencia como consultor en estudios y evaluación de impacto ambiental de proyectos.