miércoles, mayo 17, 2006

"LAS PAPELERAS" SON PLANTAS DE CELULOSA.

Mis Amigos: tedio? fastidio? aburrimiento? cansancio? indignación? Algo de estos sentimientos afloran al evocar el conflicto de Argentina con Uruguay por las Plantas de Celulosa.

El gobierno argentino, que reivindica para sí las peores tradiciones peronistas, nacionalistas y anti uruguayas, ha ido cambiando de posición, desde olvidarse que ya había acordado y aprobado con el gobierno uruguayo la instalación de las plantas de celulosa en Fray Bentos, hasta vestirse ahora con ropajes de defensor del medio ambiente: hecho escandaloso al mirar la situación interior del país más contaminante del medio ambiente en la región.

Como sostenemos que este conflicto no es por cuestiones ambientales, sino que obedece a fuertes intereses "porteños" anti uruguayos, sostenemos que dichas fuerzas tienen el mérito de haber exacerbado hasta el paroxismo, no escatimando ni la falsedad ni la exageración anti científica, a la buena gente ambientalista de Gualeguaychú , transformada hoy en un grupo absolutamente irracional.
Estas fuerzas defensoras de los intereses porteños también hacen lobby en el gobierno, presionando al presidente Kirchner, que por sus afanes políticos y como es notorio, siempre tiene un ojo mirando a la tribuna.

Además, Argentina tiene un enorme déficit en inversión extranjera: en el último trienio se redujo a una cuarta parte; y los asesores de la banca internacional pregonan a quien quiera escucharlos que no hay que invertir en la Argentina por los próximos 10 años.

El manejo atrabiliario que hace Kirchner del poder, fascina a los argentinos - portadores del gen autoritario rosista-peronista - pero solo a los argentinos.

Este vacío de inversionistas que enfrenta la Argentina es un dato clave para entender el conflicto por las plantas de celulosa. Lo que Argentina busca son las pasteras de celulosa, cuyas inversiones pasan a ser muy importantes; aunque sea un pedazo de las pasteras ( una compensación de los países nórdicos poniendo pasteras también en Argentina ) o cuando menos una parte del proceso industrial ( por ej. la fabricación de papel y cartón ) : desesperadamente inversiones.


Es así que Kirchner decide abrazar la causa ambientalista y la proclama "causa nacional" el pasado viernes 5 de mayo en el Corsódromo de Gualeguaychú.

El pueblo argentino ha sido explotado muchas veces por el poder de turno, gracias a la facilidad de sus tendencias patrioteras y nacionalistas. Para nombrar solo dos casos, vale recordar cuando el conflicto por el canal de Beagle, como el gobierno militar de la época exacerbó a los argentinos, (lo proclama "causa nacional") declarando que todas las islas del canal eran argentinas. Otro tambaleante gobierno militar, buscó la adhesión del pueblo argentino, lanzándose a la conquista de las Islas Malvinas (que también declara "causa nacional"): ¡ el General Galtieri logró que el pueblo llenara la Plaza de Mayo y lo ovacionara !


Hay un claro paralelismo -y una gran diferencia- entre la guerra de las Malvinas y el conflicto por las Plantas de Celulosa.

La gran diferencia es que en el conflicto por las Malvinas, la Argentina está asistida por la razón histórica.

La similitud : Por la explotación política en procura de réditos personales; por la exacerbación a que fueron llevados parte de los argentinos; por los actos de masas arengadas por "el lider" que defiende la "causa nacional". La parlamentaria Elisa Carrió alertó pidiendo en vano que no "malvinizaran" el conflicto con Uruguay.

En este esquema, el acto del pasado 5 de mayo en el corsódromo, de Kirchner discurseando al pueblo sobre "la causa" ,(simplemente preparatorio del que el dia 25 de mayo en Plaza de Mayo tambien tendrá a Kirchner en los balcones), encaja perfectamente con el que el General Galtieri efectuó en Plaza de Mayo en 1982, haciéndose aclamar por haber conquistado las Islas Malvinas.

La similitud en el final: Argentina ha proyectado un final para el conflicto por las Plantas de Celulosa en que terminará igual que en las Malvinas.

Será el resultado de esperar la solución en la Corte Internacional de La Haya.

Argentina necesita reanudar el diálogo con Uruguay lo antes posible.

Y la iniciativa la debe tomar Kirchner.

El gobierno uruguayo ha sido mal tratado por Argentina, y hace bien en mantener un bajo perfil, sin responder declaraciones provocativas, y con el respaldo de todas las fuerzas políticas y sindicales en unidad nacional.


Mientras Uruguay prepara prolijamente la presentación de sus argumentos en La Haya, en Argentina los ambientalistas-piqueteros , se cambian a ambientalistas-escrachadores.



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